El agresor, identificado como Johnson Wen, de 26 años y nacionalidad australiana, saltó las vallas de seguridad el 13 de noviembre e irrumpió en la alfombra para acercarse a Ariana Grande, agarrándola, su acción quedó grabada en video.

Fue procesado como “molestia pública” y recibió una condena de nueve días de prisión. Tras cumplir su sentencia, las autoridades migratorias de Singapur lo deportaron el pasado 23 de noviembre y le impusieron una prohibición permanente de reingreso al país.

La fiscalía describió su acto como una “acción planeada para generar un video viral” y lo consideró un “intruso en serie” se sabe que había intentado acercarse previamente a otras celebridades. El caso de Johnson Wen es una advertencia clara: la persecución de fama por redes sociales puede terminar en la cárcel y en la expulsión inmediata de un país.

CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT

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