Dos años después de la implosión del Titan, la NTSB confirmó que el desastre fue causado por un diseño defectuoso del casco fabricado con fibra de carbono y titanio. OceanGate ignoró advertencias sobre fallas estructurales y carecía de protocolos de emergencia. El informe concluye que la tragedia fue evitable y urge nuevas regulaciones para sumergibles privados, tras la muerte de cinco personas en la expedición a los restos del Titanic.