El desastre llamado alud ocurrió el sábado 1 de noviembre en la zona de Chesongoch, Kenia donde las lluvias intensas que azotan la temporada corta de lluvias provocaron el deslizamiento de tierra que destruyó más de mil viviendas.
Las carreteras quedaron cortadas y más de 30 heridos graves fueron trasladados por vía aérea al hospital en Eldoret para recibir atención especializada. El ministro del Interior keniano, Kipchumba Murkomen, señaló que las zonas afectadas son históricamente vulnerables a deslaves y anunció planes para reubicar a comunidades enteras.
Mientras continúa la búsqueda de desaparecidos entre el barro y los escombros, la tragedia en Kenia expone nuevamente los riesgos que enfrentan las zonas con lluvias extremas y terrenos inestables.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
Deslizamiento en Darfur sepulta aldea con más de 1,000 muertos












