El deterioro en varias carreteras estatales de Aguascalientes se ha hecho más visible en las últimas semanas, impulsado por las lluvias recientes y el paso constante de transporte pesado. De acuerdo con reportes técnicos y registros de Protección Civil, al menos 30 tramos muestran afectaciones que van desde agrietamientos y baches hasta zonas parcialmente intransitables.
Las zonas más afectadas incluyen caminos intermunicipales y carreteras como la 25 y la 22, donde el desgaste acumulado del pavimento, la filtración de agua y la falta de atención preventiva han derivado en un daño progresivo.
Especialistas en infraestructura vial han advertido que el agua acelera el deterioro estructural y, si no se refuerza el mantenimiento, podrían registrarse desprendimientos o colapsos parciales.
Aunque el Gobierno del Estado ha informado sobre labores de supervisión y rehabilitación, testimonios y reportes indican que los trabajos no alcanzan a cubrir la demanda real. La cobertura limitada deja fuera varios puntos críticos, especialmente en rutas que conectan comunidades rurales o zonas productivas sin vías alternas disponibles.
Además de los problemas de tránsito, estas condiciones incrementan el riesgo de accidentes y afectan la movilidad cotidiana. La situación ha puesto sobre la mesa la necesidad de acciones más contundentes por parte de las autoridades estatales en materia de mantenimiento y prevención en la red carretera.
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