Un estudio de la Clínica Hirslanden en Suiza comparó la carga bacteriana de barbas humanas y pelajes caninos, hallando que los hombres con barba presentan más microbios que los perros. Los equipos médicos usados por ambos mostraron menor contaminación tras los exámenes veterinarios. Los científicos concluyeron que, bajo ciertos parámetros, los perros son más higiénicos que los humanos barbudos.