El misterioso olor de los bebés y cómo influye en la conducta de los padres
Ese aroma especial no es casualidad: la biología tiene la respuesta.
Quienes han sostenido a un recién nacido reconocen un detalle inconfundible: su olor particular. La ciencia explica que este aroma es resultado de la mezcla entre la piel del bebé, su microbioma y la leche materna. Pero lo más sorprendente es que activa en el cerebro de los padres las áreas asociadas con el placer y la recompensa, reforzando el instinto de protección y apego.
Este mecanismo evolutivo asegura que los adultos mantengan una atención constante sobre el recién nacido. De hecho, las investigaciones demuestran que incluso en quienes no son padres, el olor de un bebé despierta reacciones emocionales intensas. Ese aroma tierno no solo emociona: también fortalece el vínculo humano más profundo.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
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