La tormenta solar 2025 provocó apagones de radio R3 sobre África y Europa y disparó señales de posibles tormentas geomagnéticas. La llamarada alcanzó su pico alrededor de las 10:00 tiempo universal y liberó una ola de rayos X y radiación ultravioleta, generando interrupciones inmediatas en comunicaciones de alta frecuencia.
Simultáneamente, se detectaron eyecciones de masa coronal vinculadas al evento, que viajan hacia la Tierra a más de 7 millones de km/h y podrían desencadenar una tormenta solar geomagnética G4 o más severa en las próximas horas.
Además del riesgo técnico, el fenómeno magnético abre la posibilidad de visibilidad de auroras boreales y australes en latitudes inusuales para noviembre: un espectáculo sorprendente, pero que viene acompañado de advertencias para infraestructura satelital, sistemas GPS y redes de energía.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
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