El llamado “huachicol fiscal” ha destapado uno de los mayores escándalos de corrupción en México. El régimen enfrenta contradicciones y falta de transparencia sobre el destino de los recursos desviados. Aunque no hay cifras claras, se confirma un grave daño a las finanzas públicas nacionales. Las inconsistencias y el silencio oficial incrementan las sospechas sobre la magnitud real del robo al erario.