Estudios científicos han demostrado que la luz solar aumenta la producción de serotonina, el neurotransmisor asociado con la regulación emocional, el sueño y el apetito. También se ha vinculado con mayor actividad cerebral en zonas de placer y motivación. Además, la exposición al sol favorece la síntesis de vitamina D, relacionada con el bienestar emocional. Estos efectos explican por qué el sol puede mejorar el estado de ánimo y prevenir trastornos como la depresión estacional.
DOMMINIQUE FEMAT