Desde 2010, las coronaciones de Ximena Navarrete, Andrea Meza y ahora Fátima Bosch comparten un elemento distintivo: todas ganaron Miss Universo usando un vestido rojo. Navarrete lo hizo con una pieza de Benito Santos; Meza, con un diseño de Edgar Lozzano; y Bosch, con un modelo de Trino que destacó por sus aplicaciones doradas y mangas largas. Este patrón de triunfos envueltos en rojo se ha convertido en una coincidencia que llama la atención en las victorias mexicanas del siglo XXI.