Nuevas investigaciones del National Institute on Aging y la American Heart Association demostraron que quienes padecen hipertensión o diabetes tipo 2 tienen hasta el doble de riesgo de desarrollar demencia. Estas condiciones afectan los vasos sanguíneos cerebrales, reducen el flujo de oxígeno y favorecen los microinfartos y el estrés oxidativo, factores que deterioran la memoria. Además, el exceso de glucosa acelera la acumulación de beta-amiloide, proteína vinculada al Alzheimer. Los expertos recomiendan mantener la presión arterial por debajo de 120/80 mmHg, controlar la glucosa y adoptar hábitos saludables para proteger tanto el corazón como el cerebro.












