El consumo diario de verduras verdes como espinaca, brócoli y kale aporta fibra, vitaminas y antioxidantes fundamentales para el bienestar. Estos alimentos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y regular los niveles de azúcar en la sangre. Su bajo contenido calórico y alto poder de saciedad las convierten en una opción clave para una alimentación equilibrada y sostenible.