Reportes y fotografías publicadas este diciembre muestran que el Monte Everest, la montaña más alta del planeta, presenta una acumulación visible de basura resultado del paso de montañistas y expediciones durante las últimas décadas.
Las laderas y campamentos, incluyendo áreas cercanas al campo base y zonas altas, contienen residuos como tiendas de campaña abandonadas, envases, cilindros de oxígeno vacíos, plástico y equipo de escalada descartado, lo que ha llevado a describir el lugar como un basurero en altitud extrema.
Autoridades y equipos locales han logrado retirar toneladas de desechos durante las campañas de limpieza pero expertos en Nepal estiman que aún podrían quedar entre 40 y 50 toneladas de basura acumulada en lugares como South Col, compuesta por restos de expediciones antiguas, desde equipos hasta materiales no biodegradables, muchos de ellos congelados en los hielos por años.
Revelan toneladas de basura en la cima del Monte Everest
Desde 2014 Nepal exige a quienes ascienden traer de vuelta al menos 8 kilogramos de residuos o perder un depósito, y recientemente el gobierno lanzó un plan de limpieza de cinco años (2025–2029) para fortalecer la gestión de desperdicios y explorar tecnologías como drones para retirar basura de zonas inaccesibles.
Mientras tanto, el derretimiento de hielos por el cambio climático ha empezado a revelar desechos y restos de expediciones pasadas que hasta ahora permanecían sepultados, exponiendo la magnitud del problema ambiental en las alturas.
La acumulación de basura en el Monte Everest sigue siendo un desafío ambiental significativo, con esfuerzos en marcha para retirar toneladas de desechos y mejorar la regulación de las expediciones que buscan alcanzar su cumbre.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
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