Una niña de 2 años murió en una clínica dental en Karaganda, Kazajistán, luego de que le aplicaran anestesia intravenosa para un tratamiento odontológico, que inicialmente iba a tratar solo 9 dientes de la menor, pero los dentistas optaron por trabajar 15 dientes en una sesión por lo que administraron mayor cantidad de anestesia lo que derivó en una reacción adversa grave tras la sedación, lo que ocasionó paro cardiorrespiratorio.
Las autoridades locales abrieron una investigación para determinar si hubo negligencia o fallas en los protocolos de seguridad y anestesia. Un caso que vuelve a poner en el foco la importancia del cumplimiento estricto de protocolos cuando se trata de sedación en menores.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
Corona de Adviento 2025; descubre su significado antes de Navidad












