Cuando el silencio duele: ¿ansiedad, trauma oculto o trastorno psicológico?
La incomodidad extrema ante el silencio puede revelar traumas no resueltos, ansiedad o trastornos como TDAH, según expertos en neurociencia.
Algunas personas no toleran el silencio y experimentan ansiedad, irritabilidad o pensamientos intrusivos. Investigadores del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Berlín explican que esta reacción puede estar vinculada a traumas emocionales, abandono, TDAH o ansiedad generalizada. La ausencia de estímulos sonoros intensifica recuerdos reprimidos, generando una necesidad constante de distracción. Si esta aversión interfiere en la vida diaria, especialistas recomiendan buscar atención clínica para prevenir mayor desregulación emocional.
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Jacobo Flores