Durante la temporada decembrina aumentan los síntomas de ansiedad y depresión en México por factores biológicos, sociales y económicos. La reducción de luz natural altera el ritmo circadiano y neurotransmisores vinculados al bienestar, mientras que el gasto, las deudas, el duelo y el aislamiento elevan el estrés emocional. Instituciones de salud reportan un repunte de crisis en invierno, especialmente en personas con antecedentes o redes de apoyo limitadas. Especialistas recomiendan mantener rutinas básicas y buscar atención profesional; en México existe apoyo gratuito y confidencial a través de la Línea de la Vida y servicios públicos de salud mental.