Este fenómeno de la hipocondría digital ocurre cuando una persona busca constantemente sus síntomas en internet y termina convencida de padecer enfermedades graves. El problema es que la mayoría de estas consultas llevan a interpretaciones alarmistas, lo que dispara ansiedad, estrés y miedo.
Estudios señalan que quienes tienen ansiedad previa son más propensos a caer en esta espiral, donde cada nueva búsqueda confirma sus temores. La sobreexposición a datos médicos sin contexto clínico convierte molestias menores en amenazas imaginarias.
Consultar solo fuentes confiables y acudir a un médico en lugar de depender de buscadores es clave para romper el ciclo de preocupación.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
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