Las microfelicidades son esos pequeños momentos cotidianos que generan bienestar, como disfrutar un café, recibir un mensaje inesperado o sentir el olor de la lluvia. La neurociencia demuestra que estos instantes activan la liberación de dopamina y serotonina, mejorando el estado de ánimo. Prestar atención a ellos ayuda a entrenar al cerebro para enfocarse en lo positivo y reducir el estrés.












