En la comunidad de La Panadera, ubicada en el municipio de Calvillo, Aguascalientes, habitantes y locatarios aseguran que cada temporada de lluvias enfrentan el mismo problema: el drenaje colapsa, generando brotes de aguas negras, malos olores y afectaciones sanitarias.
De acuerdo con testimonios como el de Mercedes, comerciante de la zona, el desbordamiento ha sido un problema persistente durante años. “Ya tenemos varios años con este problema respecto al drenaje… todo se viene aquí al frente y pues es un foco de infección”, afirmó.
Según locatarios, la infraestructura actual es obsoleta y no soporta la carga adicional que se generó tras nuevas conexiones hechas por el gobierno municipal. Un afectado relató: “Bajaron un tubo de 8 pulgadas y lo embocaron a uno de 6 de cemento, ya viejo… no da abasto cuando llueve y empieza a brotar todo”.
Negocios locales como tiendas y puestos de comida han sido los más perjudicados, al perder clientela por el riesgo sanitario y los olores fétidos. Comerciantes afirman que desde hace más de cuatro años han emitido reportes sin obtener una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Los señalamientos apuntan directamente al director del Organismo Operador de Servicios de Agua, José María Muñoz Martínez, y al alcalde de Calvillo, Daniel Romo Urrutia. Según los vecinos, la única respuesta que reciben es la falta de presupuesto. “Y se dice que no hay presupuesto, pero pues sí hay para otras cosas”, expresó Mercedes.
Habitantes subrayan que lo que está en juego es la salud, la economía y la dignidad de las familias, y que ya no basta con explicaciones repetidas cada año. La exigencia ahora es una solución definitiva.
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