El poder psicológico de un tono natural.

Rodearse del color verde, ya sea a través de la naturaleza o incluso en la decoración del hogar, tiene un impacto directo en el cerebro. Estudios de psicología ambiental demuestran que este color ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejora la capacidad de concentración en tareas complejas. Esa conexión con la naturaleza se asocia con mayor equilibrio emocional y sensación de calma.

Un simple contacto visual con el verde puede convertirse en una herramienta poderosa para trabajar y pensar mejor.

JACOBO FLORES