Probióticos que influyen en el estado de ánimo.

Yogur, kéfir, kombucha o kimchi son más que alimentos de moda. Investigaciones muestran que los fermentados fortalecen la microbiota intestinal y, a través del llamado eje intestino-cerebro, influyen en la producción de neurotransmisores como la serotonina. Estos compuestos tienen un papel clave en la reducción de la ansiedad, la depresión leve y en la mejora general del bienestar emocional.

Incorporar alimentos fermentados en la dieta no solo cuida la digestión, también puede ser un aliado silencioso de la mente.

JACOBO FLORES