La Corona de Adviento consiste en una guirnalda circular hecha de ramas perennes, tradicionalmente pino o abeto y cuatro velas que se encienden una por semana durante el periodo de Adviento.
Esa forma circular representa el amor eterno de Dios, sin principio ni fin, y las ramas verdes simbolizan vida y esperanza. Cada vela tiene un significado espiritual: esperanza, paz, alegría y amor, valores centrales de la preparación católica hacia la llegada de la Navidad. En muchas tradiciones cristianas, la corona se bendice en la primera semana de Adviento.
¿Cuál es el origen de la Corona de Adviento?
Aunque su versión moderna nació con una iniciativa protestante en 1839 cuando un pastor en Alemania creó un aro con velas para ayudar a niños a contar los días antes de Navidad con el tiempo fue adoptada por comunidades católicas, globalizándose como símbolo del Adviento.
La Corona de Adviento no es solo una decoración navideña: su uso actual en hogares e iglesias conecta con su historia y significado cristiano-católico, recordando que diciembre es más que luces: es tiempo de fe, espera y renovación.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
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