Naciones como Noruega, Países Bajos y Nueva Zelanda están implementando modelos económicos centrados en el bienestar humano. Jornadas laborales de 4 días, sueldos dignos y fuertes políticas de conciliación han mostrado resultados contundentes: mayor productividad, menos enfermedades mentales y una esperanza de vida más alta.
Según datos actualizados por la OCDE, estas políticas no solo mejoran la salud, también dinamizan la economía a largo plazo. Cada vez más gobiernos observan este fenómeno como una alternativa viable frente al agotamiento global que provoca el sistema laboral tradicional.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
Parálisis emocional: El alarmante trastorno mental que apaga la mente aunque el cuerpo esté sano