Al regresar a la rutina, aparecen cansancio extremo, somnolencia durante el día y dificultad para concentrarse. El cuerpo necesita tiempo para reajustarse, y si los horarios no se corrigen de forma gradual, este desgaste puede prolongarse por semanas, afectando energía, productividad y estado de ánimo.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
La cuesta de enero; ¿qué es y por qué no viene de los gastos grandes de diciembre?