El sonido que escuchas al “tronar” los dedos proviene de burbujas de gas que colapsan dentro del líquido sinovial de las articulaciones. Contrario a la creencia popular, estudios médicos han comprobado que este hábito no causa artritis.
Sin embargo, hacerlo con excesiva frecuencia o con fuerza puede irritar los ligamentos o causar dolor temporal. La clave está en la moderación. Si el chasquido es acompañado de dolor o inflamación, lo ideal es consultar a un reumatólogo.