El concepto “posting zero” surge del desgaste que sienten los usuarios ante la saturación de contenido, la competencia por visibilidad y la presión de producir publicaciones llamativas. Muchas personas ya no ven sentido en compartir momentos cotidianos: el feed dominante hoy está poblado por influencers, marcas y contenido generado por inteligencia artificial, relegando las publicaciones personales.
Además, el temor al juicio o a ser percibido como “insensible” en medio de crisis globales también ha generado autocensura: algunos eliminan posteos y optan por no compartir para evitar disonancias. Por otra parte, estudios muestran que entre el 10 % y 11 % de los tuits publicados acaban borrados, muchas veces tras arrepentimientos relacionados con contenido sensible o impulsivo. “posting zero” no es solo la ausencia de publicaciones: es un cambio cultural.
El silencio digital puede decir más de lo que compartimos, señalando desconfianza, cansancio o búsqueda de un espacio más íntimo.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
Ansiedad por mensajes sin responder; ¿cómo tu cerebro interpreta el silencio digital?