Científicos han observado que, durante una experiencia cercana a la muerte, el cerebro puede liberar una intensa actividad eléctrica incluso después del paro cardíaco. Este fenómeno genera visiones, recuerdos vívidos y una sensación de “salir del cuerpo”, explicando muchos de los relatos de quienes “vuelven a la vida”.

Tras este tipo de experiencias, muchas personas reportan una transformación emocional profunda: pierden el miedo a morir, valoran más la vida y adoptan una visión espiritual o altruista. La ciencia aún no tiene todas las respuestas, pero cada hallazgo acerca más a entender el misterio del más allá.

CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES

La soledad crónica supera al tabaco como riesgo de muerte, alerta la OMS