A esto se le conoce como resaca de azúcar. Durante diciembre, el cuerpo se acostumbra a consumir grandes cantidades de dulces, postres y bebidas azucaradas, lo que provoca picos constantes de glucosa en la sangre.
Cuando ese consumo se reduce de golpe, el cerebro interpreta una falta repentina de energía y responde con fatiga, dolor de cabeza y cambios de humor. Por eso, dejar el azúcar de manera brusca puede generar malestar. Los especialistas recomiendan reducirlo de forma gradual para evitar ansiedad, bajones de energía y sensación de agotamiento en enero.
CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES
Esto es lo que realmente subes de peso en diciembre