Dormir menos de lo necesario, perder concentración o sufrir dolores musculares son señales claras de agotamiento físico y mental. Ignorarlas puede llevar al estrés crónico o al síndrome de burnout.

Tomarse pausas regulares, dormir al menos 7 horas y desconectarse digitalmente son pasos básicos para recuperar energía y equilibrio emocional.

CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES

 “El agotamiento invisible”, la epidemia mental que afecta a los adultos jóvenes en 2025