Exponerse a pantallas electrónicas antes de dormir inhibe la producción natural de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. Esto puede provocar insomnio, dificultad para conciliar el sueño y sensación de fatiga al despertar.
La luz azul que emiten estos dispositivos engaña al cerebro haciéndole creer que aún es de día. Especialistas en sueño recomiendan evitar el uso de celulares, tabletas y laptops al menos una hora antes de acostarse para permitir que el cuerpo entre en modo descanso.