El clima influye directamente en la motivación y el estado de ánimo. La falta de luz solar reduce los niveles de serotonina y altera la melatonina, generando cansancio, apatía y falta de energía. Estos cambios cerebrales explican por qué los días nublados o fríos afectan la productividad y el bienestar emocional. Ajustar la rutina según las condiciones climáticas ayuda a mantener el equilibrio mental.