Cuando una bala penetra el cuerpo humano, genera una onda expansiva que destruye tejidos, vasos sanguíneos y órganos. El daño depende del calibre, velocidad y trayectoria del proyectil. Incluso disparos en extremidades pueden causar hemorragias masivas, fracturas y shock hipovolémico. En zonas vitales, como el tórax o la cabeza, la muerte puede ser inmediata. Expertos en trauma subrayan que cada minuto tras un disparo es crucial, pues la atención médica urgente puede salvar la vida del herido.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Qué está pasando en los municipios del norte de Aguascalientes y por qué no hay transporte público?
Jacobo Flores












