La ciudad de Aguascalientes fue fundada el 22 de octubre de 1575 por orden del rey Felipe II de España, como parte de una estrategia para proteger el camino de la plata que conectaba Zacatecas con la Ciudad de México. El lugar fue elegido por la abundancia de manantiales de aguas termales que le dieron nombre a la región.
El primer asentamiento estuvo compuesto por un presidio militar y un pequeño poblado, que servía como punto de descanso para los viajeros y comerciantes. Con el tiempo, la comunidad creció hasta consolidarse como villa en el siglo XVII.
La fundación de Aguascalientes no solo respondió a una necesidad militar, sino también económica. Su ubicación estratégica la convirtió en un centro comercial importante, que facilitaba el intercambio de productos entre el norte y el centro del virreinato.
Hoy en día, la fecha de fundación es recordada como un evento clave que dio origen a la identidad de la capital y al desarrollo posterior del estado.