Según investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM, la línea de equilibrio del hielo se ha desplazado por encima de los 5 mil 300 metros sobre el nivel del mar, lo que impide que los glaciares del Pico de Orizaba mantengan su masa.
En particular, el “Glaciar Jamapa” del Pico de Orizaba ha perdido un 23 % de su superficie en los últimos cinco años, según estudios recientes, y su extensión se ha reducido a 0.37 km cuadrados. La UNAM señala que, aunque ya no es viable conservarlos a largo plazo, la desaparición de estos hielos afectará el suministro hídrico regional, la biodiversidad y el ecosistema de montaña, por lo que urge plantear estrategias para adaptarse a un futuro sin esos glaciares.
El estudio de la UNAM pone sobre la mesa un llamado urgente: los glaciares mexicanos no solo son emblemas naturales, sino reservas vitales que están desapareciendo ante nuestros ojos.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
El deshielo de los glaciares: sus consecuencias y el peligro para el planeta












