Desde febrero, vecinos del fraccionamiento José López Portillo, conocido también como La Barranca, enfrentan un severo problema sanitario por el constante brote de aguas negras en la calle Casimira Arteaga, situación que aseguran ha sido reportada en múltiples ocasiones sin recibir una respuesta definitiva por parte de las autoridades.
Los afectados explican que el drenaje colapsado provoca el desbordamiento del agua residual sobre el pavimento, generando un foco de infección que afecta a decenas de familias.
“Yo tengo este tiradero de agua con mal olor desde hace meses. Cada vez se forma una capa verde, fea, con un olor insoportable”, relató Teodora Durán, una de las vecinas afectadas.
Según los testimonios, las fugas provienen de tuberías dañadas y registros obstruidos, lo que impide el correcto flujo del drenaje. Incluso algunos vecinos, al pensar que el problema era interno, intentaron resolverlo por cuenta propia.
“Creí que era dentro de mi casa, pero me dijeron que no, que era la calle. Fui a MIAA desde febrero y se tardaron hasta mayo en mandar a alguien, pero la persona no quiso destaparlo porque dijo que la tubería ya no sirve”, explicó Rosalba Escobedo, otra afectada.
El estancamiento de las aguas ha generado malos olores, moscas, cucarachas y fauna nociva, además de poner en riesgo la salud de los habitantes, especialmente de los niños.
“Aquí viven niños y seguido se enferman del estómago. Yo estoy siempre con el Jesús en la boca de que algo los vaya a picar o les haga daño”, agregó Rosalba.
A pesar de los reportes continuos ante el Modelo Integral de Aguas de Aguascalientes (MIAA), encabezado por Jesús Vallín, los vecinos aseguran que no ha habido solución ni respuesta concreta sobre cuándo se reparará la red de drenaje.
Mientras tanto, las familias del José López Portillo piden la intervención inmediata del organismo y del Ayuntamiento capitalino, pues la situación ya representa un riesgo para la salud pública y la convivencia en la zona.