La leucemia es un cáncer de la sangre que afecta la médula ósea y suele pasar desapercibido por sus síntomas inespecíficos: fatiga, fiebre, infecciones frecuentes, pérdida de peso, sangrados y sudores nocturnos. Estos signos pueden confundirse con enfermedades comunes, lo que retrasa la detección. Reconocerlos a tiempo es clave para un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo.