La historia remonta a mediados del siglo XVIII con John Montagu, cuarto conde de Sandwich. Cuenta el relato que durante largas sesiones de juego, el aristócrata solicitó que le pusieran carne entre dos rebanadas de pan para comer sin tener que apartarse de la mesa ni manchar las cartas.

Sus compañeros empezaron a pedir “lo mismo que Sandwich”, y con ello el nombre quedó asociado al alimento práctico. Aunque el concepto de pan con relleno existía antes, se le atribuye al conde haber popularizado esta versión portátil.

Con el paso de los siglos, el sándwich evolucionó desde esa curiosa necesidad hasta convertirse en uno de los platillos más universales y adaptables del mundo. Cada 3 de noviembre se celebra el Día Mundial del Sándwich recordando cómo una petición en medio de una partida dio origen a una revolución culinaria que cruzó fronteras.

CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT

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