Del escenario al estadio: el impacto global del K-pop llega a la MLB con V de BTS.

La noche del 25 de agosto de 2025 quedará grabada no solo en la historia del béisbol, sino también en la memoria colectiva del fenómeno cultural global que representa el K-pop. El artista surcoreano V, miembro del grupo BTS, lanzó la primera bola ceremonial en el partido entre los Los Angeles Dodgers y los Cincinnati Reds, consolidando una imagen simbólica del cruce entre dos universos que, hasta hace poco, parecían lejanos: el del K-pop y el del deporte estadounidense.

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Vestido con una camiseta de los Dodgers con el número 7 y jeans desgastados, V subió al montículo para realizar el primer lanzamiento del partido. Con un breve saludo hacia el pitcher Yoshinobu Yamamoto, lanzó con la mano izquierda una bola que fue atrapada sin problemas, desatando una ola de aplausos y gritos por parte de los asistentes, muchos de los cuales llevaban horas congregados alrededor del estadio.

La escena culminó con la tradicional frase en inglés, pronunciada por el propio V: “It’s time for Dodger baseball!”

Un momento simple, pero profundamente simbólico, que marcó la integración de una estrella del pop coreano en uno de los rituales más clásicos del deporte estadounidense.

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Antes del lanzamiento, el artista vivió un emotivo encuentro con la superestrella japonesa Shohei Ohtani, con quien se abrazó en el dugout y compartió palabras amistosas. Un gesto que unió dos iconos asiáticos que dominan escenarios completamente distintos.

Este momento fue particularmente celebrado por los fans, y se interpretó como un poderoso símbolo de la creciente visibilidad y respeto hacia grandes figuras asiáticas.

Lo que ocurrió fuera del estadio fue igual de revelador. Desde horas antes del partido, miles de fans llenaron los alrededores del Dodger Stadium, muchos portando mercancía de BTS y pancartas de apoyo a V. El tráfico digital también fue notable: la web de la MLB experimentó problemas por el aumento repentino en la demanda de entradas tras el anuncio de la aparición del cantante surcoreano.

Este fenómeno demuestra el alcance global de ARMY, el fandom de BTS, y cómo su apoyo puede modificar incluso la dinámica de eventos deportivos masivos. Ya no se trata solo de música, sino de un movimiento cultural con capacidad de movilización global.

Lo que hace apenas una década habría parecido inverosímil, un ídolo coreano siendo la figura central en una ceremonia de MLB, hoy parece parte de una nueva normalidad. Este evento representa la evolución del K-pop de una corriente musical a una fuerza cultural mundial con influencia en el entretenimiento, la moda, la diplomacia e incluso el deporte.

Con artistas como V participando en espacios tan icónicos como un juego de las Grandes Ligas, se refuerza la idea de que el K-pop ya no es solo un producto de exportación cultural: es un actor activo en la construcción del nuevo imaginario global del entretenimiento.

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Esta aparición también tiene un peso emocional y estratégico: marca una de las primeras apariciones públicas de V tras su servicio militar, y coincide con la etapa previa al esperado regreso completo de BTS en 2026. V se encuentra actualmente en Estados Unidos trabajando en nueva música, y su presencia en eventos de alto perfil anticipa el tipo de visibilidad global que tendrá la banda en su próxima etapa.