En México, el bolillo es uno de los panes más populares y queridos. Sin embargo, no en todas las ciudades se prepara de la misma manera. Mientras que en Ciudad de México o Guadalajara el bolillo suele ser alargado y con puntas afiladas, en Aguascalientes destaca por ser más redondo.
Esta diferencia tiene una explicación, pues los panaderos locales fueron adaptando este pan de origen francés a las condiciones de la región y a los gustos de la clientela. En Aguascalientes, la altura y el clima influyen en la fermentación de la masa, ya que al estar a más de 1,800 metros sobre el nivel del mar, el pan tiende a resecarse más rápido, por lo que una forma más redonda ayuda a conservarlo suave por más tiempo.
Además, en Aguascalientes se acostumbra comer bolillo principalmente en tortas o con relleno de guisados, lo que demanda un pan con más miga y menos corteza dura.
Entonces, la próxima vez que viajes y pidas un bolillo, no te sorprendas si no se parece al que compras en Aguascalientes.