¿Es al azar? Así se originan los nombres de los huracanes.

Los huracanes no reciben su nombre por casualidad. Conoce el sistema internacional que decide cómo se llaman y por qué algunos nombres nunca regresan.

¿Los huracanes se nombran al azar? Esto es lo que debes saber sobre quién los asigna
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Cada año, la temporada de huracanes trae consigo no solo lluvias intensas y vientos peligrosos y desastres devastadores, sino también una lista de nombres que muchas veces se vuelven parte de la conversación pública. ¿Ya viste que viene el huracán Beryl?” o “Katrina fue uno de los más devastadores”.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde salen esos nombres? ¿Quién los elige? ¿Y por qué?

¿Por qué se les pone nombre a los huracanes?

Nombrar a los huracanes no es un capricho. Esta práctica comenzó para facilitar la comunicación entre meteorólogos, autoridades y el público en general. Cuando ocurren varias tormentas al mismo tiempo, usar nombres propios ayuda a evitar confusiones y a que la información se transmita de forma más rápida, clara y efectiva.

Antes de tener nombres oficiales, las tormentas se identificaban por su fecha o el lugar donde tocaban tierra, lo cual causaba problemas al momento de emitir alertas o reportes. Por eso, desde mediados del siglo XX, se adoptó un sistema más organizado.

¿Quién decide los nombres de los huracanes?

Los nombres no se eligen al azar. Son establecidos por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que mantiene listas predefinidas para cada una de las regiones propensas a huracanes, como el Atlántico Norte, el Pacífico Noreste, etcetera.

En el caso del Atlántico, se utilizan seis listas de 21 nombres que rotan cada año. Es decir, la lista de 2024 volverá a usarse en 2030, y así sucesivamente. Los nombres deben ser:

  • Fáciles de pronunciar en varios idiomas (español, inglés, francés)
  • Representativos de la región
  • Alternados entre nombres masculinos y femeninos
  • Ordenados alfabéticamente (excepto con las letras Q, U, X, Y, Z, que se excluyen por falta de nombres comunes)

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¿Qué pasa con los huracanes más destructivos?

Cuando un huracán causa graves daños o muchas muertes, su nombre se retira de forma permanente por respeto a las víctimas y para evitar confusión en el futuro.

Por ejemplo, nombres como:

  • Katrina (2005)
  • Mitch (1998)
  • Andrew (1992)
  • Maria (2017)

nunca volverán a usarse. En su lugar, se elige otro nombre similar que lo sustituya en la lista rotativa.

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¿Qué pasa si se acaban los nombres?

En temporadas especialmente activas, como ocurrió en 2020, puede suceder que se agoten los 21 nombres predefinidos. Hasta hace poco, se usaba el alfabeto griego (Alfa, Beta, Gamma…), pero fue descartado por generar confusión.

Ahora, la OMM tiene una lista suplementaria de nombres adicionales que se activa si se acaban los de la lista principal.

Un poco de historia

La práctica moderna de nombrar huracanes comenzó formalmente en 1953, cuando el Servicio Meteorológico de Estados Unidos adoptó un sistema con nombres femeninos. A partir de 1979, se empezó a alternar con nombres masculinos, promoviendo una práctica que se sigue realizando.

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