No es mito: el alcohol sí deja huella en los bebés.

El TEAF es una condición prevenible causada por el consumo de alcohol durante el embarazo. Conoce sus efectos y cómo evitarlo desde el primer día.

¿Qué es el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal y cómo prevenirlo?
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Hoy es 9 de septiembre. Y aunque para muchos es un día cualquiera, en todo el mundo se enciende una señal de alerta y conciencia: nueve meses, cero alcohol.

Esta fecha se conmemora como el Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), un síndrome poco visible pero profundamente impactante. La elección del día 9 del mes 9 y la hora 9:09 simboliza los nueve meses de embarazo, en los que una decisión puede proteger o perjudicar toda una vida.

¿Qué es el TEAF?

El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) es un conjunto de alteraciones físicas, cognitivas y conductuales que puede presentar un bebé si su madre consumió alcohol durante el embarazo. Es una condición crónica y permanente, pero lo más importante es que es 100% prevenible.

Los efectos del TEAF pueden incluir:

  • Problemas de aprendizaje y memoria
  • Trastornos del lenguaje
  • Impulsividad y dificultades para controlar emociones
  • Trastornos de conducta
  • Malformaciones físicas o rasgos faciales atípicos

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¿Cómo se produce el TEAF?

El alcohol atraviesa la placenta y afecta directamente el desarrollo del feto. Como su organismo no puede metabolizar el alcohol como el de un adulto, incluso pequeñas cantidades pueden generar daños en la formación del cerebro y otros órganos.

¿Se conoce realmente este problema?

En muchos países, incluso en contextos urbanos e informados, todavía hay una profunda desinformación. Muchas personas creen que “una copa de vino no hace daño” o que “el alcohol fuerte es el que hay que evitar”.
No hay cantidad segura. No hay ningún tipo de alcohol seguro. No hay momento seguro durante el embarazo para beber.

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La responsabilidad es de todos

La mejor forma de prevenir el TEAF es entender que el alcohol, por mínimo que sea, puede causar daño en el desarrollo del feto.
La única forma de prevenir el TEAF es clara y sencilla:
Evitar totalmente el consumo de alcohol durante el embarazo y desde el momento en que se planifica la concepción.

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