La escasez de agua potable se ha convertido en un problema cotidiano en la comunidad de El Gigante, Tepezalá, donde los habitantes aseguran que la situación afecta directamente su higiene, alimentación y salud.
De acuerdo con testimonios de los vecinos, la poca agua que llega a los hogares no es apta para consumo ni para actividades básicas del hogar. Ante ello, muchas familias se ven obligadas a trasladarse hasta Pabellón o San Antonio para conseguir garrafones de agua, situación que consideran insostenible.
“Tenemos que ir hasta Pabellón o San Antonio para que nos regalen agua, porque la que tenemos en un tinaco se hace con animalitos, no sirve ni para lavar los trastes”, comentó una vecina afectada.
La carencia ha obligado a improvisar medidas como recolectar agua de lluvia o destinar garrafones únicamente para lavar, aunque esto no siempre garantiza condiciones de higiene. El temor de enfermarse por no poder limpiar adecuadamente ropa, utensilios y vivienda es constante entre los habitantes.
Pese a que aseguran haber recibido promesas por parte de la presidenta municipal, Leticia Olivares, y del titular de Agua Potable, Gerardo de la Rosa, los pobladores señalan que las soluciones no han llegado, por lo que piden atención inmediata a este problema que afecta su vida diaria.
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