El epicentro del terremoto fue localizado cerca de la ciudad de Mazar‑e Sharif, en la provincia de Balkh, a una profundidad de 28 kilómetros, lo que intensificó los daños en viviendas de mampostería y barro. Al menos 20 personas perdieron la vida y más de 600 resultaron heridas, de las cuales decenas se encuentran en condición crítica; las cifras podrían aumentar con el avance de la búsqueda de más víctimas.
El histórico Blue Mosque, en Mazar-e Sharif, sufrió daños en su estructura tras el temblor, mientras cientos de casas colapsaron o quedaron inhabilitadas en zonas remotas con infraestructura precaria. Organismos internacionales, incluido United Nations, han sido movilizados para apoyar las labores de rescate y la asistencia humanitaria; sin embargo, los retos logísticos y la construcción vulnerable agravan la emergencia.
CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT
Los terremotos más destructivos que estremecieron al planeta












