La rutina digital hace que los días se sientan difusos la exposición constante a pantallas, redes sociales y notificaciones fragmentadas genera un efecto de tiempo borroso las personas pierden la noción de secuencia y duración de sus actividades, lo que aumenta la sensación de estrés y fatiga mental.

Este fenómeno no es oro psicológico. Investigaciones muestran que la sobreestimulación digital altera patrones de memoria y concentración. Afectando la percepción del paso del tiempo comprender cómo nuestra vida digital afecta al reloj interno. Puede ayudar a organizar mejor el día y reducir la sensación de desconexión.

CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES

¿Qué es la cifosis postural y por qué está aumentando en la generación que vive frente a pantallas?