El estrés laboral es uno de los problemas más comunes en el mundo moderno y tiene efectos directos en la salud física y mental. Entre las consecuencias más frecuentes se encuentran ansiedad, depresión, insomnio, fatiga crónica y problemas de concentración. A nivel físico, puede causar dolores de cabeza, hipertensión, problemas digestivos y aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Además, el estrés sostenido afecta la respuesta inmunológica, haciendo que las personas sean más propensas a infecciones. Las estrategias para mitigarlo incluyen: establecer límites claros entre trabajo y vida personal, practicar actividad física regularmente, mantener una dieta equilibrada y realizar pausas activas durante la jornada laboral. La prevención y el manejo del estrés no solo mejora la salud, sino también la productividad y la calidad de vida.

CON INFORMACIÓN DE JACOBO FLORES

Estrés crónico: así altera tu ADN y tu salud a largo plazo