Dinamarca enseña empatía como obligatorio: así crecen los niños más felices del mundo
En Dinamarca, la empatía es parte del plan escolar desde 1993. Una hora semanal enseña a niños a comprender, escuchar y resolver conflictos
Cuando se habla de los países más felices del mundo, Dinamarca suele aparecer en los primeros lugares. Detrás de ese bienestar hay una práctica educativa única: enseñar empatía como asignatura obligatoria. Desde 1993, las escuelas danesas dedican una hora a la semana a “Klassens tid”, un espacio donde los estudiantes aprenden a reconocer sus emociones y las de los demás, a resolver conflictos de forma constructiva y a reforzar la confianza en el aula.
¿Qué es Klassens tid y cómo funciona?
“Klassens tid” es una clase semanal obligatoria para estudiantes de entre 6 y 16 años. Durante 60 minutos, los alumnos comparten emociones, inquietudes y problemas personales o de grupo. La dinámica se centra en la escucha activa, el entendimiento mutuo y la resolución de conflictos, con un enfoque en comprender en lugar de juzgar.
Métodos para enseñar empatíaLas escuelas danesas emplean diversas herramientas pedagógicas para facilitar este aprendizaje:
- Aprendizaje cooperativo: alumnos con diferentes habilidades trabajan juntos, lo que fomenta la colaboración y reduce la competencia.
- CAT-Kit: materiales visuales como termómetros emocionales, tarjetas con expresiones faciales y círculos de vínculos afectivos que ayudan a los niños a identificar y comunicar la intensidad de sus emociones.
Estos recursos permiten que los estudiantes practiquen la empatía de manera tangible y cotidiana.
El impacto va más allá del aula. Generar un entorno escolar donde se comparte y se escucha refuerza la confianza, la seguridad emocional y el bienestar colectivo. Según especialistas, este enfoque ha contribuido al éxito educativo y social de Dinamarca, donde los niños aprenden desde pequeños que la empatía es tan importante como las matemáticas o el inglés.
Para Dinamarca, la felicidad no es casualidad: es un resultado de educar a ciudadanos emocionalmente capaces. Incluir la empatía como parte del currículo escolar demuestra que formar comunidades más sanas y resilientes comienza desde la infancia.