Este fenómeno es conocido como el “efecto lápiz labial”, una teoría que explica por qué se mantiene el gasto en lujos accesibles incluso cuando se recorta lo más caro. El término se remonta a Leonard Laude, quien advirtió que las ventas de pintalabios subían justo cuando la economía se tambaleaba, como después del 11-S.

Durante estas épocas, los consumidores abandonan las compras de grandes lujos, pero no dejan de mimarse con opciones pequeñas que les dan bienestar emocional. Un estudio reciente con entrevistas a personas durante la desaceleración económica entre 2022 y 2024 encontró que esos “lujos pequeños” no solo se compran por escapismo, sino también porque cumplen una función duradera y simbólica.

Algunas personas incluso sienten culpa por esos gastos, pero los justifican como parte de su autocuidado. La generación más joven en particular, los llamados Z, está impulsando esta tendencia desde su propio estilo: ya no solo se trata del labial tradicional, sino también de “lujos accesibles” más diversos, como bebidas especiales o sneakers de diseño.

CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT

¡Para que hagas planes! Los feriados y puentes que aún puedes aprovechar en 2025