Investigadores de la University of Southampton hallaron evidencia de oleadas de magma ascendiendo desde casi 3.000 km de profundidad bajo la región de Afar, en Etiopía, donde convergen tres grandes fallas tectónicas. Estas pulsaciones estarían debilitando la corteza terrestre y ampliando la grieta entre la placa Nubia y la placa Somalí.

El sistema de rift se extiende por unos 3.500 km desde el mar Rojo hasta Mozambique y desde hace ya millones de años viene separando lentamente el continente. Aunque la formación de un océano aún está a millones de años, evaluada entre 1 y 20 millones según algunos estudios, el proceso ya registra señales visibles de grietas, actividad volcánica y desplazamientos.

El fenómeno que acontece bajo África Oriental revela que los continentes se siguen remodelando, y aunque una ruptura líquida que transforme la geografía en una nueva costa está lejos, la grieta ya está marcando el inicio de un cambio que podría redefinir mapas y océanos

CON INFORMACIÓN DE DOMINIQUE FEMAT

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