En un mundo donde hay epidemias, enfermedades nuevas, virus desconocidos y miles de síntomas circulando en internet, es fácil caer en la trampa del miedo. Pero hay personas para quienes esa preocupación no es momentánea, sino una lucha diaria: son los que viven con hipocondría, o como hoy se conoce, trastorno de ansiedad por enfermedad.
¿Y si lo que siento es grave?
Tos, dolor de cabeza, mareo, un lunar que antes no estaba… En segundos, el cuerpo se convierte en un misterio que necesita explicación. Entonces viene lo más común: buscar los síntomas en internet. Y ahí empieza la espiral: del resfrío pasamos al cáncer, de una molestia al diagnóstico más catastrófico.
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Vivimos rodeados de información médica y también de desinformación. En redes sociales y sitios web, cualquier síntoma parece ser señal de algo grave. Y en ese entorno, la ansiedad por la salud ha crecido como nunca.
La diferencia entre cuidarse y vivir con miedo
Preocuparse por la salud es normal. Pero cuando esa preocupación se vuelve constante, invade tus pensamientos, te impide disfrutar la vida, y ni siquiera los médicos logran tranquilizarte, podrías estar frente a un problema mayor: la hipocondría moderna.
Muchos hipocondríacos no solo sienten temor, sino también culpa, vergüenza o frustración por no poder controlar esos pensamientos. A veces, evitan médicos por miedo a recibir un mal diagnóstico, o al contrario, los visitan compulsivamente.
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El cerebro también puede “crear” síntomas
La ansiedad intensa puede causar síntomas físicos reales: palpitaciones, mareos, opresión en el pecho, insomnio, náuseas. Y eso refuerza la idea de estar enfermo. Es un círculo vicioso difícil de romper sin ayuda.
¿Cómo salir del bucle?
El primer paso es saber que la hipocondría no es debilidad, ni exageración, sino un trastorno de ansiedad que puede tratarse.La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser muy efectiva, así como algunas técnicas de regulación emocional y, en ciertos casos, medicamentos ansiolíticos.
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Hipocondría en México: un problema silencioso que afecta al 14% de la población
En nuestro país, según la Secretaría de Salud alrededor del 14% de las personas han experimentado síntomas de hipocondría. Este problema afecta principalmente a mujeres y suele manifestarse a partir de los 30 años.
Es importante entender que quienes la padecen no están fingiendo; su preocupación es real y requiere atención profesional.
En tiempos de crisis sanitaria, hablar de esto importa
Desde la pandemia, el miedo a enfermar ha aumentado globalmente. La hipocondría no es simplemente “ser dramático”; es una manifestación moderna de un mundo donde vivimos alertas, bombardeados de información sobre nuestra salud.