Tender la cama por las mañanas es un hábito que muchas personas descuidan, pero los expertos aseguran que hacerlo mejora el estado de ánimo, la disciplina personal y hasta la calidad del sueño. Según estudios de psicología conductual, realizar esta pequeña tarea genera un efecto de “cadena de productividad”, motivando a seguir siendo organizado durante el día.
Además, regresar a casa y encontrar la cama limpia y tendida contribuye a la sensación de paz y bienestar. Esta rutina también refuerza la sensación de control, lo cual es útil para reducir la ansiedad. Incorporar este hábito matutino puede parecer insignificante, pero su impacto en la salud mental y el orden del entorno es considerable.
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